La meta es el Camino. Es una de las frases recurrentes que escucharás y leerás durante tu Camino de Santiago, pero y una vez llegados a la meta (Si tu meta es Santiago de Compostela, claro), ¿Qué hacemos?
Existen infinitos planes para todos los gustos que podrás llevar a cabo en esta maravillosa y mágica ciudad que es Santiago. Cada persona es un mundo, y nosotros tenemos propuestas personalizadas para todo el mundo. Durante la ruta hablaremos contigo, nos conoceremos un poco más, y al llegar a Santiago nuestro vínculo será lo suficientemente fuerte como para disfrutar juntos la ciudad a tu medida.
Pero, hay planes que son casi obligatorios, como un ritual a seguir. Nosotros te proponemos estos cinco, ¿se te ocurren algunos más?
5 planes imprescindibles en Santiago de Compostela
1.- Hacerte una foto de tus pies en el Km 0 del Camino de Santiago
Nada más pisar la plaza del Obradoiro, tus pies te llevarán irremediablemente al km0 del Camino, situado en el centro de la plaza. Ya sea con el calzado que traes, en calcetines porque estabas deseando descalzarte, o directamente descalzo, tus pies merecen la famosa foto, y tú el merecido descanso posterior.
2.- Visitar a las dos Marías y hacerte una foto con ellas
Maruxa e Coralia son dos de las ciudadanas más ilustres de Santiago de Compostela de todos los tiempos. Dos mujeres con una vida nada fácil y con unas personalidades fuertes que te esperarán al entrar en el parque de la Alameda para darte la bienvenida a su lugar favorito de la ciudad. Por cierto, ¿conoces su historia? Nosotros te contaremos los detalles más significativos de su vida y ellas te recibirán con todo su amor.
Maruxa y Coralia haciendo de las suyas.
3. Ya que estás en la Alameda, darle una vuelta al Eucalipto de los enamorados
Posiblemente el arbol más famoso de Santiago sea este Eucalipto situado en uno de los paseos del parque de la Alameda. Cuenta la leyenda que si das una vuelta al árbol con tu enamorado/a habrá boda, y por si acaso las parejas no dejan pasar la oportunidad de rodear su tronco y prometerse amor eterno (perenne) bajo las hojas perennes de este portentoso ejemplar, o sentarse en el banco que rodea todo su tronco simbolizando la alianza de los enamorados.
Pero si tu ya tienes amor, o simplemente no lo buscas, este eucalipto también ofrece, a nuestro parecer, una de las mejores vistas de la Catedral de toda la ciudad, así que, enamorado o no, en busca del amor o no, este Eucalipto bien merece una visita.
4. Tomarte un pincho de tortilla en la Tita
Los amantes de la tortilla «al estilo gallego» disfrutarán como enanos en el mítico bar «La Tita» de Santiago. Una cerveza, y un pincho de tortilla poco cuajada (tirando a nada) de pie, en la barra o en la terraza comentando la jugada con otros peregrinos es una de las experiencias más sabrosas que vivirás en Santiago.
5. Buscar al Peregrino escondido
Una vez anochecido en Santiago, pasear por sus calles es una experiencia que debes vivir, y por supuesto, inevitablemente acabarás en los alrededores de su omnipresente catedral. Uno de los pasatiempos favoritos de los peregrinos en la noche es buscar al peregrino escondido que se encuentra en una de las paredes de la catedral. Se trata de una sombra proyectada por la luz de las farolas y los propios elementos decorativos de la catedral, pero el resultado es impresionante.
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