Hace tiempo que apenados escuchamos las opiniones de muchos peregrinos que dicen que el verdadero peregrino es esto o aquello, que la verdadera peregrinación se tiene que hacer de ésta o de la otra manera, que se ha acuñado el término turigrino y nos gustaría, a este respecto escribir una carta abierta a quien pueda interesar.
Estimado peregrino:
Afortunado tú que puedes acarrear con tu mochila al hombro durante toda la etapa,
afortunado tú que puedes caminar todos los kilómetros que le eches a tus pies con la certeza de antemano de que serás capaz de hacerlo,
afortunado tú que puedes soportar físicamente los avatares de un Camino de Santiago.
Si el Camino es compartir, y nosotros creemos eso firmemente, ¿por qué no compartirlo con los que no pueden?
Existen personas que por infinidad de motivos no pueden realizar ese esfuerzo como ellos quisieran, e incluso personas que por circunstancias varias tampoco quieren hacerlo. ¿No merecen llamarse ellos peregrinos?
Nosotros acompañamos todos los años a personas en edad de jubilación, personas que tienen diferentes impedimentos físicos, personas que están saliendo de un tratamiento o de una enfermedad, en definitiva, personas para los que el Camino de Santiago es una parte de su sanación física o mental y a las que desde luego no queremos dejar fuera.
Pero no sólo eso, sino que pensamos que el Camino debe servirnos para no juzgar los motivos por los que cada uno lo recorre y a pensar, que aunque tu no lo sepas o no lo veas, cada persona lleva una carga en su interior de la que ni tu ni yo tenemos ni idea, y por tanto, no podemos evaluar.
Creemos firmemente que siempre y cuando haya un respeto por lo que representa el Camino y por los demás peregrinos que encontramos en él, todo el mundo tiene cabida en esos kilómetros y todo el mundo tiene derecho a recorrerlos como mejor crea o pueda, y nos entristece tener que sacar este tema recurrentemente pero, francamente nos parece una injusticia sobre la que no podemos pasar.
Imagínate que tu tienes, no se, pongamos 40 años, y que has recorrido el camino con tu equipaje a cuestas, incluso varias veces. ¿te hace eso más o menos peregrino que alguien que no carga su equipaje y que recorre el camino por primera vez con 80 años? ¿te hace eso más o menos peregrino que alguien que no carga su equipaje y que se está recuperando de un tratamiento de quimioterapia o tiene un diagnóstico de esclerosis múltiple? ¿te hace eso más o menos peregrino que alguien que recorre solamente 10km al día?
Desde aquí os pedimos que de verdad comprendamos que el camino es entender a los demás y ayudar si podemos y tendamos la mano al que físicamente puede menos, al que se haya perdido física o espiritualmente, al que tiene ampollas en los pies o al que simplemente necesita un poco de conversación y eso enriquecerá también nuestro propio camino.
*Esta es una opinión personal de la autora que podemos debatir en los comentarios de abajo o en el camino, si queréis.
Teléfono:+34 610 455 568
info@livingcamino.com
Agencia de viajes online
Licencia CICLM-02473-m
Deja una respuesta