La verdad es que, después de haber visitado La Habana, se hace mucho más difícil describirla. Es una ciudad compleja, llena de contrastes en todos los sentidos. Es alegría junto a edificios en ruinas, música y baile junto a gente con necesidades, es en definitiva, una ciudad que no puedes dejar de visitar y que no te va a dejar indiferente, eso seguro.
La Habana: Grandes Ciudades
Dentro de La Habana, tenemos que hablar irremediablemente de La Habana Vieja, una zona de la ciudad que se quedó detenida en el tiempo, pero por la que el tiempo ha pasado irremediablemente.
En la Habana vieja tienes que pasar por dos de sus icónicas plazas, La plaza de Armas y la plaza de la Catedral. Ambas tienen muchos elementos icónicos y representativos de la cultura y tradición cubanas.
Sin olvidar, por supuesto, sus calles empedradas en las que encontrarás locales tan icónicos como la Bodeguita de en medio, en donde podrás disfrutar del icónico «mojito cubano». El icónico hotel Ambos Mundos en el que se cuenta que Hemingway escribió su afamada novela el viejo y el mar, y por supuesto el Capitolio nacional de Cuba.
Si hablamos de La Habana, no podemos dejar de hablar de su archi-famoso malecón. Quizás uno de los paseos sobre los que más se ha escrito en todo el mundo, en libros, canciones, etc… un lugar lleno de vida en el que los cubanos salen a pasear al caer la tarde desde hace muchísimos años y que siguen haciendo sin falta a diario.
Esta es la zona a lo largo de la cual se encuentran la mayoría de los hoteles modernos de la Habana como el Grand Ashton de reciente inauguración, pero también clásicos como el Hotel nacional de Cuba.
En torno a la Bahia de La Habana, encontramos las fortalezas de San Carlos de la Cabaña y el Castillo del Morro, ambas fortificaciones nacidas para proteger el medio de entrada en la ciudad de la Habana a través de su bahía y desde las que se obtienen espectaculares vistas de toda la ciudad.
Tanto la ciudad vieja de La habana como su sistema de fortificaciones fueron declarados en 1982 patrimonio de la humanidad por la Unesco en el apartado de Bien Cultural.
Pero La Habana es, sobre todo, música y baile, como lo demuestran cada uno de los rincones de sus calles con múltiples artistas callejeros pero también locales que son instituciones como «tropicana» de cuyo elenco surgen numerosas figuras nacionales de la danza y el baile, o a nivel institucional el conservatorio de música Amadeo Roldán en el que estudian niños y adolescentes en diferentes disciplinas musicales con un gran nivel académico.
La Habana te va a sorprender, y el resto de Cuba, también.
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